¡Saludos, buenas gentes!
Tras un tiempo inactivo, vuelvo para ofreceros la traducción al español de Divinity: Dragon Commander. :-)
Si no recuerdo mal, en 2013 me pasé Divinity: Dragon Commander, un juego de Larian Studios que me parece no tuvo muy buena acogida por dejar de lado el género RPG para meterse de lleno en la estrategia, con más o menos fortuna. Pero lo que más me atrajo de él fueron los personajes: los generales, los consejeros, las princesas o el en absoluto partidista periódico The Rivellon Times. Todos ellos conformaban un cuadro donde destacaban tantas pinceladas como opiniones tenían sobre las temáticas más diversas: inmigración, fanatismo religioso, feminismo, progreso tecnológico, medio ambiente, derechos de los trabajadores, matrimonio homosexual, eutanasia, opiáceos... Cada vez que el comandante dragón vuelve de una batalla, lo asaltan para que tome decisiones respecto a estos y muchísimos otros asuntos; tendremos que hablar con ellos, darle vueltas a sus argumentos y escoger la opción que nos dicte el corazón. ¡O no! Quizá un consejero nos ofrezca un punto de vista que no habíamos tenido en cuenta y aquel sentir que dábamos por evidente quizá no lo sea tanto. Es la magia de Dragon Commander.
Sobre la traducción, no tiene mucho misterio, aunque es casi un milagro que haya salido a la luz. Hace años contacté con la desarrolladora, que me envió muy amablemente los textos del juego, y traduje los tutoriales, consejos, subtítulos de los vídeos, la interfaz, descripciones de las técnicas, unidades y demás mandangas. Todo salvo lo más importante: los diálogos de los personajes, que no eran precisamente pocos ni asequibles. Por motivos que no vienen al caso guardé el proyecto en un cajón y di por hecho que no lo iba a terminar, pero hace un año, por un feliz azar del destino, pude retomarlo con energías renovadas en unas condiciones de trabajo casi perfectas. Y este es el resultado, tras 140.000 palabras y mucho tiempo de picar piedra. Todo está traducido salvo un enervante LOADING al ejecutar el juego que no aparece en los archivos de texto, y algunos nombres de las provincias del mapa porque no tenía mucho sentido cambiarlas. Si falta o falla algo, que todo es posible, hacédmelo saber y veré si puedo arreglarlo.
Espero que disfrutéis tanto como yo de los dilemas de los generales Henry, Edmund, Scarlett y Catherine. De los despotriques de los consejeros Yorrick, Oberón, Falstaff, Próspera y Grumio. De las vicisitudes de las princesas Ofelia, Aída, Camila y Lohannah. Por su humanidad se han ganado ser recordados por sus nombres y no verse reducidos a meros adjetivos.